Los ríos de la Comunidad de la capital de España poseen, por lo menos, 88 sustancias contaminantes, conforme un estudio elaborado por científicos del IMDEA y de la UAL, y que se publica en el último número de la revista Journal of Environmental Analytical Chemistry.
“Las depuradoras de aguas no degradan al cien por cien muchos productos de uso familiar, como fármacos, biocidas y fragancias presentes en las cremas, pasta de dientes, champú etc., con lo que acaban en el medio ambiente”, explica a SINC Amadeo R. Fernández-Alba, coautor del trabajo y catedrático de Química Analítica en la UAL.
El investigador destaca que esta situación “no supone un peligro inminente, en tanto que la mayor parte de los compuestos aparecen en bajas concentraciones y su toxicidad es baja, pero hay que valorar y supervisar este escenario mediante factores que aseguren su inocuidad a corto y largo plazo”.
Fernández-Alba reconoce que se ignoran las consecuencias en la salud o el medio ambiente por la presencia conjunta de todos estos compuestos químicos, muchos de ellos fármacos. La mayor parte de los ochenta y ocho contaminantes “no están sometidos a regulación, si bien no se descarta que lleguen a estarlo”.
El estudio está centrado en la Comunidad de Madrid, más “es seguro” que los resultados serían similares en los ríos de otras regiones densamente pobladas, como ya se ha puesto de manifiesto en veintiuna grandes áreas metropolitanas de Estados Unidos y otras regiones superpobladas.
La toma de muestras se efectuó en tres meses diferentes de 2008 en los ríos Tajo, Tajuña, Jarama, Alberche, Henares, Guadarrama, Aulencia, Manzanares, Lozoya y Perales. La mayor carga de contaminantes coincide con las zonas de más habitantes del centro y sur de la comunidad.
Para confirmar la naturaleza de estos ochenta y ocho compuestos químicos los investigadores emplearon técnicas de análisis avanzadas (extracción en fase sólida y cromatografía líquida acoplada a espectrometría de masa con analizadores de nueva generación). Las concentraciones oscilaron entre 1 y 652 nanogramos/litro para nueve contaminantes prioritarios o bien aspirantes, y entre 110 y 9.942 ng/l para setenta y nueve contaminantes emergentes.
De acuerdo con la Directiva marco del Agua de la UE, existen contaminantes “prioritarios”, que son persistentes y tóxicos -como los compuestos organoclorados-, otros “candidatos” que se investigan por si pueden ser prioritarios, y un tercer conjunto de “emergentes”, como los medicamentos y productos de cuidado personal, con una persistencia y toxicidad pequeñas pero que podrían ser problemáticos por su acumulación.
El estudio apunta además que 3 sustancias suponen un peligro potencial para los organismos acuáticos: la ciprofloxacina (un antibiótico), el ibuprofeno y el cuatro-AAA (metabolito del metamizol o nolotil), por lo que recomienda realizar investigaciones más detalladas.
Los investigadores también confirman que 2 de los compuestos analizados, la cafeína y la nicotina (presente no sólo en el tabaco), se podrían emplear como indicadores de la polución global de los ríos por actividades humanas, de forma rápida y sin necesidad de examinar todas y cada una de las sustancias.
“La preparación de bases de datos completas sobre contaminantes y ríos dejará efectuar comparaciones, solucionar inconvenientes ambientales puntuales, y progresar la eficacia de la plantas de tratamiento de aguas residuales “, concluye Fernández-Alba.